martes, 30 de octubre de 2012

Literatura sobre derechos homosexuales despega en India

Leo en un artículo en The Guardian como la despenalización de la homosexualidad en India está permitiendo a los escritores estar fuera (del armario) y orgullosos. El link,

http://www.guardian.co.uk/world/the-womens-blog-with-jane-martinson/2012/oct/29/gay-rights-literature-india

Lo que más me impacta de la noticia es la palabra despenalización, es decir, que antes estaba penalizado ser gay. Y ya lo sabíamos. Sabemos que en muchos países del mundo puedes acabar en la cárcel o recibiendo la pena capital porque hay una parte de tu vida personal que a otras personas les parece mal. No lo entiendo. ¿Qué tiene que ver nadie de quien te enamoras, con quien te acuestas? ¿que mal haces, que mal hay? Es un detalle más en la vida de una persona. En realidad no tiene mayor importancia. Se la damos porque nos asusta. Porque hay temas que todavía asustan. Porque todavía no aceptamos plenamente cada uno de nosotros nuestra propia sexualidad. En el momento que la aceptamos, podemos aceptar la de los otros. Las personas que señalan, que acusan, nos muestran su propia no aceptación de si mismos. El peligro está en que en esa ceguera, no querer verse o reconocerse, condenan a personas diferentes a ellos  a la persecución, la cárcel y hasta la muerte. Pero esto me suena, no? a cualquier dictadura, totalitarismo. Repetimos la misma historia una y otra vez, como sociedad y cada uno de nosotros, de una forma u otra. La pesadilla de toda la sociedad es el conjunto de todas nuestras pesadillas. La mía, la tuya, la del vecino. Hasta que nos despertemos de esta pesadilla y nos demos cuenta que en realidad todo es un sueño, pero que en ese sueño podemos estar conectados con nosotros mismos y con los demás, con nuestra alma, nuestra esencia. Y podremos vivir, realmente vivir, nuestra vida. Individual y como comunidad.

Al final, la responsabilidad de cada uno de nosotros es aceptar plenamente quienes somos, que sentimos, como queremos vivir nuestra vida, ante nosotros mismos y ante los demás. La pregunta para mi sería ¿me acepto realmente como soy ahora? ¿con lo que he vivido, como he llegado aquí?. Con sinceridad, no completamente. ¿Entonces, cómo esperar que otros si lo hagan? Lo que puedo hacer yo ahora es aceptar y amar la que soy. Y en ese camino podré tambien aceptar y amar a los demás, incluso a los que me me señalan y me acusan.

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