Fabricando nuestro propio insecticida

Al día siguiente de recoger ortigas cerca de mi nueva casa en una lluviosa tarde de mayo, Lucas y yo hemos puesto en práctica lo aprendido en el taller de control de plagas.

Según lo leído, el purín de ortiga es un insecticida natural y favorece el crecimiento de las plantas. Se realiza dejando fermentar las ortigas, frescas en este caso.

Una vez mezclada el agua con las ortigas se deja reposar por dos semanas hasta que fermente. El olor será fuerte así que le hemos colocado en una parte lejana del jardín. Aprovechamos que estamos con las manos es la masa y preparamos tambien un extracto de ajo para aplicárselo a las plantas. Parece que es muy efectivo contra ácaros y pulgones.

Esta tarde al huerto para hacer el seguimiento de la plaga recién descubierta. Por ahora ataca a la malva que es una "mala hierba" pero el otro día hemos encontrado a los bichitos en nuestras preciosas lechugas. Hay que buscar la mejor estrategia para evitar que acaben con nuestra cosecha. Qué emocionante!!! veremos como continúa el capítulo de las primeras plagas en nuestro huerto. Hasta pronto!! 

Charla sobre control de plagas y aperitivo

El pasado domingo nos reunimos todos los hortelanos para recibir una charla sobre el control biodinámico de plagas. Prevenirlas y contrarrestarlas con métodos naturales es la idea con la que nos quedamos. Nos dan recetas para preparar macerados y purines de ortigas y ajos, entre otros, para combatir al pulgón y otros insectos. Tiene todo un encanto ancestral. El sentarse uno y fabricar su propio insecticida en una o dos semanas. Con paciencia y amor.



Despues del aperitivo seguimos trabajando en el riego, plantando y quitando malas hierbas.

Ayer volví a pasar para regar. Varios compañeros hortelanos tambien pasaban la tarde en la tierra trabajando. Nos acompañamos, a veces con una pequeña charla sobre como va todo, pero en general cada uno en lo suyo. El huerto necesita nuestra atención y energía y el hacerlo en compañía lo hace agradable además de más productivo. Estamos todos para echarnos una mano o sencillamente estar ahí al lado, con el mismo objetivo y la misma pasión por lo que hacemos.

Y así me anclo en el AHORA, en la tierra, en las manos. Ahora es donde esta mi vida y en ese sitio, centrado, voy tomando pequeñas decisiones. Aprendo a dejar fluir la vida. Sin lucha. Con amor.

Nuevos plantones y crisis grupal

Continuamos plantando y preparando el riego.



A la vez que el huerto empieza a despegar entramos en crisis de grupo. No acordamos como ibamos a trabajar juntas, si nos repartiamos el trabajo o si nos repartiamos trozos de huerta o si las decisiones se tomaban por acuerdo de las cuatro o cual era el grado de implicación de cada una. En este momento el riego no funciona bien así que habría que ir a diario para regar las plantas. Las pobres arriesgan su vida mientras esperan a ver si nos hacemos responsables y en qué medida de su vida. En estos momentos de crisis siempre aparece una mano amiga o un ángel que ayuda. En este caso, mi madre.

A sus 75 años y con regadera en mano entra en acción. Gracias mamá, Dios te bendiga!!

y Paco nuestro vecino,

Cebollas recién plantadas.

Visión nocturna del huerto un día que Mar y yo nos quedamos hasta las 10 de la noche.

Veremos como continúa. Para mí es un compromiso conmigo misma de vivir la forma de vida que mi alma añora.

Las primeras plantas

El momento esperado ha llegado. Aprovechamos los momentos de buen tiempo para plantar y montar el riego. Estamos en primavera y llueve a menudo lo que ha hecho difícil la tarea. Cuando el sol sale, sin embargo, los días son espléndidos, no hace demasiado calor y hay una claridad y frescura en el ambiente que hace fácil el trabajo. Hemos comprado lechugas, tomates, calabacines, pimientos, berenjenas y plantas aromáticas, por ahora.

Las aromáticas se plantan entre las hortalizas para ahuyentar predadores, entre otras razones.

Al final hemos optado por el riego por goteo, uno de los tipos recomendados, pero que está significando mucho trabajo al tener que hacer cada uno de los agujeros y aplicarles el gotero.

Hay peligro de heladas. Hace poco cayó granizo y los pobres calabacines quedaron medio chuchurrios. A ver si sobreviven. Es un aprendizaje de paciencia.

 Esta mañana fui a plantar con mi sobrino Sergio las berenjenas y pimientos y me encontré el efecto de la granizada, el riego sin terminar y muchas malas hierbas. Ademas, medio huerto aún sin plantar. Se me cayó el alma a los pies. Pero aún asi, nos pusimos a plantar con cariño y paciencia sabiendo que poco a poco iremos avanzando y aprendiendo. Sus frutos dará este bendito huerto....