miércoles, 10 de agosto de 2011

La salsa di pomodoro della nonna Rita

Buscamos más recetas para aprovechar la abundancia de la huerta. Comenzamos con las más sencillas y familiares. La salsa de tomate de la nonna es la base a partir de la cual se crean otras salsas, añadiéndole calabacín o atún, etc.. Es la salsa que me da confort y anclaje en los momentos de confusión.

Mónica, alias la Moni, Pilar y yo nos sentarnos alrededor de la mesa a pelar y cortar. Un pequeño círculo de mujeres en la cocina, recuperamos viejas costumbres de las que alimentan el alma.


Escaldamos nuestros tomates corazón de buey y los pelamos,


cortamos una maravillosa cebolla de la huerta de Yoli,


y la sofreimos junto al ajo,


añadimos el tomate y lo dejamos cocer a fuego mediano para que se evapore el agua. Añadimos azúcar (como la de Celia Cruz, AZUCAR!!!, para cortar el ácido, para endulzar la vida, LA VIDA ES UN CARNAVAL!!) y sal. Cuando el aceite se separa de la salsa, está lista. Se añade albahaca fresca y un trozo de mantequilla como toque final.


Aprovechamos que estamos en ello y cocinamos los 5 o 6 calabacines grandes que tengo acumulados de toda la semana con otra receta sencillita de la nonna.


Aceite, ajo, calabacín cortado en rodajas, sal y obtenemos unos deliciosos calabacines de la nonna.


Con todo lo cocinado preparamos bolsitas para congelar, etiquetadas con nombre y fecha de producción!!!. En el frío invierno de Madrid una salsa de tomate de la huerta o los calabacines casi recién hechos nos harán recordar este sabroso verano de huerta, el sol, el trabajo, la compañía.... hmmmmmmm!!!!


Gracias a las chicas de oro por estar ahí. Dios las bendiga, como dirían al otro lado del charco.

Grazie cara nonna!!!

miércoles, 3 de agosto de 2011

Aceite a la albahaca

Continuamos nuestro camino del huerto a la cocina con la elaboración del aceite de oliva con aroma a albahaca que es muy sencillita y el resultado muy sabroso.

La albahaca, fresca de la huerta, es el ingrediente principal que necesitamos.

Compramos frascos de cristal con tapón de corcho en los chinos y les metemos hojas y alguna flor de albahaca junto a un diente de ajo.


Rellenamos los frascos con aceite de oliva extra virgen. Teóricamente hay que dejarlos macerar por un mes por lo menos, pero estamos usándolo para mojar pan y ya está con mucho sabor después de una semana de hecho.




Finalmente nos divertimos haciendo unas etiquetas para identificarlos.

Un regalo perfecto!!!

... y perfecto para mojar el pan hecho en casa.


Ahora que ya estamos recogiendo los tomates en la huerta revisaremos en una próxima edición la receta de la "salsa di pomodoro della nonna Rita", mi abuela de Vicenza. Hasta pronto!

lunes, 1 de agosto de 2011

De la huerta a la cocina

Después de un día de abundante recolección en la huerta,


decidimos hacer conservas de pesto y aceite con aroma a albahaca. Seguimos la receta de la "mamma" Maritina, italiana por un día, escuchando a Mina (Insieme, Non credere, Vorrei che fosse amore, entre otras) para sentirnos inspiradas por la patria de mi familia paterna.

La receta lleva: albahaca fresca, aceite de oliva, ajo, piñones, pizca de sal y queso parmesano.



Lo primero que hacemos es esterilizar los botes de cristal, hirviéndolos durante unos diez minutos,


Separamos las hojas de la albahaca de tallos y flores.


A continuación trituramos el ajo junto con las hojas de albahaca en un mortero, si utilizamos el método tradicional,


o con la minipimer si utilizamos medios más modernos y rápidos.


A esa mezcla vamos añadiendo el aceite y los piñones. Al final le añadimos sal y queso parmesano y esto es lo que obtenemos,


Mientras tanto hemos dejado secar boca abajo los botes de conserva que ya estarán listos para ser rellenados con el delicioso pesto concentrado (no le hemos añadido agua).


Los frascos con el pesto se ponen al baño María por 1/2 hora y se dejan enfriar dentro de la misma olla.
Este es el resultado final,


una sabrosa salsa en conserva hecha con mucho amor, de forma tradicional y con ingredientes frescos. Un verdadero alimento no solo para el cuerpo sino para el alma. Todo el proceso de elaboración, desde que plantamos la planta, hasta recoger sus hojas y flores y finalmente utilizarlas en la cocina, me ha reconectado con la vida. Vivir  en el aquí y ahora, conectada con la tierra, con las manos, con mis sentidos, con la alegría de vivir y  el compartir.

Mañana, el aceite de oliva aromatizado con hojas de albahaca...


video en período de pruebas (aprendiendo)