A la vez que el huerto empieza a despegar entramos en crisis de grupo. No acordamos como ibamos a trabajar juntas, si nos repartiamos el trabajo o si nos repartiamos trozos de huerta o si las decisiones se tomaban por acuerdo de las cuatro o cual era el grado de implicación de cada una. En este momento el riego no funciona bien así que habría que ir a diario para regar las plantas. Las pobres arriesgan su vida mientras esperan a ver si nos hacemos responsables y en qué medida de su vida. En estos momentos de crisis siempre aparece una mano amiga o un ángel que ayuda. En este caso, mi madre.
A sus 75 años y con regadera en mano entra en acción. Gracias mamá, Dios te bendiga!!
y Paco nuestro vecino,
Cebollas recién plantadas.
Visión nocturna del huerto un día que Mar y yo nos quedamos hasta las 10 de la noche.
Veremos como continúa. Para mí es un compromiso conmigo misma de vivir la forma de vida que mi alma añora.
Bueno, bueno, eso sí que es ser valientes, Madre mía... Espero os vaya todo muy bien y que no cunda el pánico!!!
ResponderEliminarMuchos besos,
Pecas
MIL FELICITACIONES PUES EL RESULTADO QUE ESTAN TENIENDO ES MARAVILLOSO CON QUE GUSTO Y DEDICACION ESTAN HACIENDO TODO. QUE GUSTO VER LOS RESULTADOS QUE ESTAN TENEIENDO. UN FUERTE ABRAZO Y BESOS.
ResponderEliminarMARISA