El huerto cumple esa función de conexión. Continuamos, por lo tanto, con la tarea de crearlo.
Antes de comenzar los bancales realizamos una dura reunión de trabajo para planificar. El vivir cerca de La Herrería ayuda a hacerla más ligera y agradable. ¿Os imaginais todas las reuniones de trabajo hechas así? ¿Las personas relajadas, conectadas, abiertas? Qué susto, eh?
Una vez acordados los siguientes pasos comienza, finalmente, el trabajo de limpiar la tierra, medir, marcar con estacas y cuerdas los bancales.
Trabajar, ya trabajamos.
Y siempre hay tiempo para posar...
Así quedan los bancales:
Ya estamos en la fase de instalar el riego y comprar los primeros plantones, pero eso nos llevará a otro capítulo. Mientras tanto reflexionamos ¿puede ser así de sencilla la vida?
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