Abrí el libro "Mujeres que corren con los lobos" eligiendo una página al azar para ver el mensaje que me deparaba el Universo en el día de hoy:
"Mientras que la sociedad moderna ignora la pérdida de la inocencia de una mujer, en el bosque subterráneo una mujer que ha vivido la muerte de su inocencia es vista como alguien especial, en parte porque ha sido herida, pero mucho más porque ha seguido, porque trabaja duro para entender, para quitar todas las capas de sus percepciones y sus defensas y ver que es lo que hay debajo. En ese mundo, su pérdida de la inocencia es tratada como un rito de pasaje. Se le aplaude que ahora pueda ver más claro. El hecho de que ha soportado y sigue aprendiendo le da status y honor". Mujeres que corren con los lobos. Clarissa Pinkola Estés, Ph.D.
Y me siento en ese sitio, sobre todo en el de entender y quitar las capas para ver lo que hay debajo. Para entender qué parte mía todavía en la oscuridad me empuja a repetir ciertos patrones.
Necesito volver, ver y vivir desde la loba, la mujer que sabe. Ver lo que tengo que ver. Y aceptar.
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